martes, 9 de agosto de 2016

Capitulo 7 de "el ultimo suspiro"

ANTES DE EMPEZAR QUERÍA PEDIROS PERDÓN POR NO HABER ESCRITO DESDE HACE MUCHO, PERO COMO ALGUNOS SABÉIS TENGO ALGUNOS PROBLEMAS PERSONALES Y NO COJO MUCHO EL ORDENADOR, ASÍ QUE PERDONAR Y ESPERO QUE ESTE CAPITULO OS GUSTE. BESOTES PARA TODOS.



Riiiiiiiiiin riiiiiiiiiin riiiiiiiin
-Como no dejen de llamar juro que los mato. -digo levantándome de la cama y cogiendo el teléfono. -¿Quien es?
-¡Megan! al fin lo coges, llevo toda la mañana llamándote y no contestabas, estaba preocupada por ti. -dice mi prima Estefania, siempre tan contenta.
-Tata, espera un momento tengo que ir al baño.-digo mientras tiro el móvil en la cama y voy corriendo al baño para vomitar, como llevo haciendo desde hace una semana.
-Lo siento tata, ya sabes, los malestares matutinos.-digo cuando cojo el teléfono.
-Tranquila Megan, te entiendo. ¿como has estado últimamente?
-Pues hace una semana mas o menos que estoy con las nauseas y mareos pero por lo demás, genial, ayer tuve visita con mi ginecóloga y me dijo que los renacuajos van bien y que dentro de unas semanas podremos saber su sexo, aun que yo no lo quiero saber, ademas, estoy nerviosa por que hoy tengo visita por la tarde con el doctor que lleva mi cáncer para ver si a empeorado mucho en estos dos meses.
-¿Quieres que te acompañe, peque?
-No, va a venir conmigo María y Estrella, pero,¿para que me has llamado? Se que no es por ser educada así que desembucha
-Pues te llamo por que hoy mi madre a hablado con tu madre, y le a dicho que hace tres semanas discutiste con ellos y que no han vuelto a hablar contigo, que están preocupados por ti y arrepentidos de lo que te dijeron. -contesta con tono de disgusto en la voz.
-¿Le han dicho a tu madre lo que me dijeron?
-Pues no, por eso te llamaba para que te desahogaras conmigo, como cuando eramos pequeñas, ¿te acuerdas?
-Si, me acuerdo, eran buenos tiempo -digo, luego empiezo a contarle todo lo que paso parándonos a reír en la parte en la que nos pillo a Dylan y a mi besándonos mi madre.
Cuando cuelgo estoy mas desahogada y feliz por que mi prima siempre me hace reír.


-Chicas ¡YA!. Estáis mas nerviosa que yo que soy la que va a recibir los resultados de las pruebas.
-Pues si Megan, pero es que llevamos media hora esperando y no nos han llamado aun -dice María mientras se vuelve a sentar a mi lado y se toma otro trago de su café.
-Pero no has visto que aquí hay mas gente que nosotras y las pruebas tardan en ser revisadas. -me están poniendo de los nervios, si lo llego a saber vengo sola, son insoportables cuando se ponen histéricas. Bueno vale, si no fuera por ellas lo mas seguro es que me estarían corroyendo los nervios.
-OH OH, creo que el monumento que viene directamente hacia nosotras nos va a traer problemas. -dice estrella que esta de pie justo enfrente de nosotras.
Me giro y en cuanto veo la cara de Dylan se me cae el alma a los pies.
-Chicas seguirme la corriente -digo justo antes de que aparezca delante mio.
-Pero, ¿que hacen estas hermosas rosas en un lugar así ? -dice mientras empieza a darnos dos besos a cada una.
-Hola Dylan, ¡cuanto tiempo! Estamos acompañando a Estrella que tiene consulta con el doctor Ferrasa. -digo antes de que ninguna de las dos suelte que estamos aquí por mi. Casi se me escapa una risita al ver la cara blanca y de asombro de estrella, así que antes de dejarla pensar, continuo con mi mentira.- es que hace dos años supero un pequeño cáncer y tiene que venir a revisión cada seis meses.
-Oh, pues tranquila por que Carlos es un especialista excepcional, ademas es mi amigo, oye algún día tendríamos que quedar a cenar que desde lo de los coches no hemos quedado, y de eso hace tres semanas.
-Es que como ya te desplumemos no nos acordábamos ya de ti – dice María mientras se le escapa una risita y hace reírnos a todos los demás.
-Bueno, entonces con mas razón para quedar, ¿os parece bien hoy? y así llevo yo a un par de amigos a ver si os interesan.
-nos parece estupendo ¿a que si chicas? -cuando asienten con la cabeza y veo aparecer a la secretaria de el doctor señalándome me levanto y digo- bueno Dylan ya nos toca, dinos los detalles por teléfono. Adiós.
De camino a la consulta mis amigas me ponen a parir por ser tan mentirosa, pero me da igual, se que si Dylan se entera de mi cáncer y mi embarazo no se acostara conmigo y eso no lo puedo consentir.
La visita del doctor no va ni bien, ni mal, dice que el cáncer no a evolucionado pero que me tiene que cambiar la medicación para ver si se puede remitir un poco mas.

Mientras estamos en una cafetería tomando un refresco, me llega un mensaje de Dylan en el que me dice el lugar y la hora de la cenar y cuando se lo enseño a las chicas decidimos ir a comprar algo elegante, pues es uno de los mejores restaurantes de Barcelona.

Antes de terminar de ponerme el sencillo, pero ajustado vestido turquesa que lleva toda la espalda al descubierto y que e conjuntado con unos preciosos zapatos negros, que la verdad sea dicha, son bastante altos, suena el timbre de entrada de mi casa, indicando que las chicas ya han llegado.
Voy, abro con el portero automático sin preguntar y digo:
-Subir, enseguida acabo y nos vamos.
Voy corriendo a mi habitación, meto el monedero en el pequeño bolso a conjunto de los zapatos y cuando oigo que se cierra la puerta de entrada grito:
-Voy al baño un segundo y nos vamos, sentaros en el salón.
Salgo del baño y mientras voy a el salón mirando la hora en el móvil digo dando una vuelta sobre mi misma.
-¿Que tal estoy, enanas?
-Pues estas estupenda, pero creo que me has confundido y que no soy ninguna enana -cuando reconozco esa aguda voz suelto el bolso que cae directo al suelo y cogiendo el jarrón de diseño que hay en el tocador mas cerca digo retrocediendo:
-Javier ¿que haces aquí?, tienes una orden de alejamiento y como no salgas de mi casa ahora mismo llamo a la policía.
-Vamos Megan, he cambiado, quiero que me des otra oportunidad, suelta ese jarrón, ¿que ya no te acuerdas de cuando me decías que yo era la persona mas importante en tu vida y que en la cama era como dios? - dice dando un paso al hacia mi.
-No des ni un paso mas o te rompo el jarrón en la cabeza.
-Vamos Megan, nos lo pasábamos bien juntos ¿no te acuerdas?
-¡ESO FUE ANTES DE QUE ME ENVIARAS MORIBUNDA AL HOSPITAL! Sal de mi casa o te juro que llamo a la policía. Ademas María y Estrella están al llegar.
-Es verdad, que as quedado con el cerdo ese, el doctor que no me llega ni a la suela de los zapatos.
-Javier, ¿me has estado espiando? ¿Quien coño te crees que eres?, LÁRGATE DE MI CASA Y DE MI VIDA, CERDO REPUGNANTE.
-Megan tu y yo eramos uno solo, sabíamos todo de cada uno y nos compaginamos a la perfección. Vamos, deja ese jarrón y vuelve conmigo.
Con el jarrón aun en las manos, me agacho a coger el bolso y caminando de espaldas, llego hasta la puerta y antes de que el me agarre del brazo, salgo y corriendo bajo de dos en dos las escaleras y nada mas salir por la puerta de entrada veo que mis amigas están bajando de un taxi y metiendo las de golpe dentro otra vez ,me subo y digo, histeria, que el conductor arranque. Justo entonces veo salir maldiciendo a Javier del edificio y entonces escucho como mis amigas dejan de gritar histerias y miran alucinando por la ventanilla.
-Megan, ¿ese era Javier, tu ex? - dice flipando María cuando ya estamos un poco mas alejadas y se le a pasado el susto.
-Si
-¿El que no paraba de maltratarte y que te hizo perder a tu bebe y te mando dos semanas al hospital? -dice Estrella también flipando.
-El mismo, ¿podemos olvidarnos de todo e ir a cenar tranquilamente con Dylan y sus amigos?
-Pero...pero, ¿no vas a llamar a la policía? - dice María mientras Estrella le da la dirección del restaurante al taxista.
-A ver María ¿para que? ¿Para que lo metan una noche en el calabozo, salga hecho una furia y venga con perores intenciones? Pues no, no voy a llamar a la policía, me voy a olvidar de lo que a pasado y voy a disfrutar de lo poco que queda de la noches, si es posible.

Cuando vamos siguiendo al camarero que nos indica el camino hacia la mesa reservada, vamos las tres mucho mas tranquila, hasta que miro hacia la mesa donde esta Dylan, otro hombre y...
paro en seco, miro a mis amigas y digo:
-¡No me jodas!- me miran, las miro, me deprimo, se preocupan- ¿ese no es Carlos, mi medico?
-Joder pues si, - dicen las dos a la vez,



Continuara....

No hay comentarios:

Publicar un comentario