sábado, 13 de agosto de 2016

Capitulo 10 de "el ultimo suspiro"

Nada mas abrir los ojos me acuerdo del precioso y excitante beso de Dylan, pero también me acuerdo de lo que ocurrió después. Cuando salgo del baño me dirijo a mi agenda de teléfonos y después de hablar con mi amigo Jorge, que tiene una estupenda tienda de tatuajes, llamo también a mi ginecóloga para preguntarle si por hacerme un tatuaje en la espalda no les ocurrirá nada a los bebes.
Nada mas terminar mi almuerzo me visto con ropa de sport y me dirijo a la tienda de tatuajes.
Al llegar, lo primero en lo que me fijo es en la cantidad de fotos de tatuajes que hay colgadas por las paredes.
-Buenos días, ¿tiene cita? -dice una secretaria que creo que es hasta mas joven que yo.
-Hola, busco a Jorge, me a dicho que me pase por aquí, que no necesito cita.
-Un momento,- llama por teléfono y al colgar dice- acompáñeme señorita.
Entramos en una pequeña sala donde ay una simple camilla de cuero negro y un carro de aluminio con instrumentos raros que prefiero no saber para que son.
Al rato se abre la cortinilla y aparece Jorge, le doy un abrazo, pues somos amigos desde la infancia.
-GUAO Megan, cada día estas mas guapa.
-No seas tonto, vengo por que necesito un tatuador magnifico como tu.
-Te has decidido ya, ¿quieres el tatuaje que siempre has querido desde pequeña?
Niego con la cabeza y digo:
-Quiero algo grande, muy grande, en la espalda. -mi mira con cara de alucine y con los ojos como platos me dice:
-Pero si tu no aguantas el dolor.
-Vale, probablemente me ponga a llorar, pero lo quiero, lo que pasa es que no se exactamente que quiero, y necesito tu consejo.
-¿Donde lo quieres? ¿En la parte de abajo? O ¿En la parte de arriba de la espalda?
-Pues me gustaría que ocupara toda la espalda, contra mas mejor. He mirado tatuajes de las cosas que me apasionan y me gustaría que tratase de algo de elefantes y sobre todo que tuviera muchos colores, que fuera algo único que llamase mucho la atención cuando se viera.
-Te parece si me pongo a hacer bocetos y cuando tenga unos cuantos te llamo al móvil y te pasas.
-¿Cuanto vas a tardar mas o menos?
-Pues una hora o menos,
-Perfecto, pues en cuanto me llames me presento aquí.- le doy dos besos y des pidiéndome de la chica de recepción decido ir a mirar tiendas que hay por alrededor.
Mientras estoy dando vueltas, me llama mi madre y le tengo que contar lo de ayer, pero solo le cuanto lo que paso con Javier. Al final me convence de que tengo que llevar guardaespaldas así que quedamos en que papa contrate uno.
A los cuarenta minutos me llama Jorge y voy a la tienda.

-¡OH DIOS! Me encanta ese.
-¿Cual? ¿El que es el elefante de frente con una explosión de color por detrás? - afirmo con la cabeza – Bien, pues si te parece, empezamos ahora, paramos a comer, te invito a un bar y luego volvemos y acabamos.
-Me parece estupendo.

-Esta ternera esta buenísima.
-Pensaba que aun eras vegetariana.
-Y lo soy, solo que en mi estado tengo que comer de todo. - levanta una ceja, mira mi mano que esta en mi vientre aun plano y dice:
-¿Estas embarazada? - afirmo con la cabeza, se levanta, me da un abrazo y dos besos - ¡FELICIDADES! ¿De cuanto estas?
-De un poco mas de dos meses.
-¿Ya sabes si es chica o chico?
-Pues no, aunque no quiero saberlo hasta que los tenga en mis brazos, llevo gemelos.
-Me alegro mucho Megan, al fin vas a poder tener un niño como siempre quisiste.
Cuando terminamos de comer nos dirigimos otra vez a la tienda, vuelvo a llorar un par de veces, pero cuando veo el resultado no me arrepiento de nada.
Al llegar al coche, saco de mi bolso la libreta donde tengo apuntados la lista de deseos y tacho el del tatuaje y reviso cuales me quedan.

LISTA DE DESEOS DE MEGAN

  1. Tener hijos.
  2. Conducir un mustang GT y un ferrari en el mismo día.
  3. Hacer puenting
  4. Tirarme en paracaídas.
  5. Meterme en una rueda de tractor y tirarme por una cuesta.
  6. Conocer a mi escritora favorita, Megan Maxwell.
  7. Acostarme al menos cinco veces con el doctor de café.
  8. Hacer una tarta de cumpleaños para una fiesta importante.
  9. Visitar casi todos los castillos de Escocia, sobre todo de la isla de skye.
  10. Raparme un lado de la cabeza al cero y el otro pintarlo de colores llamativos.
  11. Viajar a Rio y a New york.
  12. Organizar un flash mob.
  13. Organizar una fiesta por todo lo alto.
  14. Hacerme un tatuaje muy grande.


Al llegar a casa decido llamar a las chicas para quedar esta noche e ir a algún pub y disfrutar un rato, es sábado y me lo quiero pasar genial.
Después de cogerme un acuarios de la nevera, me dirijo a mi despacho. Tengo que hacer mi carta de dimisión para el bufe de abogados en el que trabajo. La imprimo, la firmo, la escaneo, y se la mando a mi jefe. Luego me pongo a buscar un viaje que incluya una visita por casi todos los castillos de Escocia y encuentro una oferta que dura un mes viajando por muchos castillos y sin poder resistirme la reservo para tres personas y para que salga este mismo miércoles.



Nada mas pedir las bebidas nos dirigimos a una mesa, saco unos papeles de mi bolso y le entrego uno a María y otro a Estrella. Al abrirlos y sacar el recibo de embarque para este miércoles con destino directo a Escocia, me miran con cara de alucine y empiezan a gritar como locas. Todo el bar nos mira y cuando se abalanzan sobre mi y empiezan a darme besos solo puedo ponerme a reír. Cuando al fin se calman, empiezan a hacerme preguntas sobre el viaje y entre risas, saltos, palmadas y gritos, les voy contestando.
Al terminar el tercer grado de preguntas sobre el viaje, les cuento lo que ocurrió la noche anterior con Dylan y ellas me cuentan que se fueron a un bar con los chicos y que María que siempre a sido una fresca termino en la casa de Duncan y que Estrella también estuvo apunto de hacer lo mismo con Carlos. Me quito un poco la chaqueta que llevo y al girarme y enseñarles el gran tatuaje que se ve casi al completo con la camiseta que llevo se quedan alucinadas.
Salimos a la pista a bailar al ritmo de Jesse & Joy y Alejandro Sanz con la canción No Soy Una de Esas.
Me desenfreno, siempre me a gustado mucho bailar y siempre me termino comportando como una loca. Al llegar a la mesa estoy exhausta, pero me quedo sin habla al mirar hacia la puerta.
-NO
-¿Que pasa Megan? -dice María preocupada mientras me mira.
-Como los invitarais vosotras, os mato -pero no puedo decir mas, por que entonces aparece Duncan y después de comerle exageradamente los labios a María dice:
-Ya hemos llegado chicas.
Fulmino con la mirada a María y Estrella mientras Carlos, Duncan y Dylan nos saludan. Se sientan en la mesa con nosotras y la tensión se nota en el ambiente. Carlos se levanta y dice:
-Voy a la barra, ¿Queréis algo? - todos le dicen lo que quiere y yo a provecho para escaparme y acompañarle- Megan, creo que no lo estas haciendo muy bien con Dylan y el chico sufre por tu indiferencia.
-Carlos, ¿tu te crees que esto es fácil para mi? Pues no, no lo es, pero se que si le doy una oportunidad terminare enamorando de el. Te recuerdo que me queda un año y tres meses como mucho de vida y que estoy embarazada y para si fuera poco ¡DE GEMELOS! ¿Con que cara quieres que le mire cuando se entere? ¿Que le digo? Perdona Dylan, en unos meses me voy a morir y estoy enamorada de ti, pero también estoy embarazada de gemelos. ¿estas loco o que? -me mira con cara de pena y yo, arta ya, le suelto- quita esa cara de perro degollado y haz la buena por que nos esta mirando, tengamos la noche en paz porque ahora que puedo me quiero divertir.
Volvemos a la mesa con las bebidas y yo me voy sola a bailar a la pista. A los diez minutos de bailar siento una mano en la cintura y al girarme me encuentro con la preciosa mirada y sonrisa de Dylan.
-No sabia que te fueras a hacer un tatuaje, aun que me encanta. ¿te duele?
-Pues si, un poco.
Empieza una canción y la bailamos juntos. Después de unas cuantas bailadas disculpándome y echándole la culpa al baile de mi respiración acelerada, me dirijo a la mesa, me siento y Carlos al verme tan cansada me dice:
-Megan, creo que no tendrías que cansarte tanto. -pero yo, que ya voy mas caliente que una parrilla en una hoguera, con mala cara y casi gritando le digo:
-Carlos, cállate. - baja la mirada al suelo y luego sigue con la conversación de Estrella.
Yo, al ver que Dylan se acerca, miro mi reloj y al ver que son las dos de la madruga, digo para que las parejas me oigan:
-Ya es tarde, así que me voy. Adiós chicos.


Continuara...


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