viernes, 12 de agosto de 2016

Capitulo 9 de "el ultimo suspiro"


-No......si.....no se.... tal vez
-¿En que quedamos? - digo riéndome.
-¿Podemos hablar? Es que no se por que has salido corriendo del restaurante y me gustaría saberlo, y no me digas lo de las urgencias por que no me lo creo.
Lo pienso, lo repienso y al final creo que se merece una explicación, pero una al estilo Megan Hernandez.
-Vale. sígueme, pero no toques nada que no te de permiso ¿vale?
-¡VALE!
-Aparca y sube a mi coche.
Entramos al circuito y se queda embobado con lo que ve a su alrededor. Aparco en boxes y como veo que no baja del coche me giro y le digo:
-Si bajas del coche sera mejor, solo es un consejo, haz lo que quieras. -me mira con cara de alucine y yo solo puedo sonreír y bajar del coche. En ese momento aparece el guardia y me dice:
-Señorita Hernandez, todo esta listo, como siempre. -le doy las gracias y me dirijo a donde mi padre tiene los coches para el circuito y como veo que Dylan no me sigue, le tengo que hacer señas con la mano. Cuando ve todos los coches que ay, para en seco, me mira y dice:
-No nos estaremos metiendo en un lió ¿verdad? ¿esto es legal?
-Si Dylan, es legal. ¿te apetece conducir un coche de estos? -digo señalando los coches.
-¿Puedo?
-Si
-Pues el amarillo. -miro el coche que señala y sonrió.
-Muy buena elección. Monta y sígueme y cuando pare, ponte a mi izquierda.

Salimos a pista y cuando paro, se pone a mi izquierda y haciéndole señas para que baje la ventanilla le digo:
-En el asiento del acompañante ay un casco, cógelo, ponte lo y pulsa el botón situado en el lado derecho.-Hace lo que digo y cuando veo que se lo a puesto, hago lo mismo.
-¿Me escuchas?
-Si.
-Perfecto, ahora vamos a correr, tu a tu tiempo y haz lo que quieras, mientras tanto, yo te iré contando lo que creo que te conviene saber de mi.
-Pero Megan, espera. -pero cuando acaba la frase, yo ya estoy a mitad de recta.
Conduzco como siempre e hecho, sin miramientos, sin importarme nada, como una loca. Después de gritar y disfrutar y escuchar las carcajadas de Dylan cada vez que le adelanto, empiezo a contarle cosas importantes de mi vida.
-Nací el 14 de febrero, si, San valentin. Mi padre por esa época ya tenia muchísima fama, mi nacimiento salio en muchas revistas del corazón y sobre todo en muchas revistas de coches, si te dijera el nombre de Colin Fernandez no sabrías ni de quien te hablo, pero si te digo que soy hija del fantástico, fabuloso y estupendo Rayo,-digo con sorna- el corredor de carreras de formula 1, se que sabrías de quien hablo ¿a que si?
-Si.
-Siempre me e criado entre sabanas de oro, desde pequeña. Lo que mas e visto en mi vida han sido los flash de las cámaras y lo que mas me ha fastidiado siempre, es decir mi nombre y que la gente me preguntase por mi padre. Al entrar en la universidad me puse el apellido de mi madre, pude esquivar por un año a la prensa. Hice muchos amigos, pero en cuanto supieron lo de mi padre, mi vida se convirtió en un infierno.
<<Cambie de universidad y ahí conocí a un chico, Javier. Siempre me gusto lo amable que era, lo cariñoso que era conmigo y lo preciosa que me hacia sentir. Cuando acabe la universidad el me pidió salir, yo no lo dude. Al cabo de dos años decidimos vivir juntos, se vino a mi piso. Todo iba de maravilla, hasta que apareció la prensa. Se volvió amargo, frió, inexpresivo y no paraba de jugar a las cartas. Siempre tenia que ser yo, con ayuda de mis padres, la que pagaba sus deudas de juego. Por mala o buena suerte, me quede embarazada, cuando se lo iba a decir, volvió lleno de golpes en la cara y muy borracho, no se que le paso por la cabeza pero empezó a pegarme, intente protegerme e irme, juro que lo intente, pero no sirvió de nada.
<<Me dejo tirada en el suelo y se fue a seguir bebiendo, llame a las chicas, María y Estrella, ellas llamaron a una ambulancia y me pegue dos semanas en el hospital, además de que me hizo abortar a mi bebe. Me hizo sufrir como nunca en la vida, pedí una orden de alejamiento y me la concedieron, pero esta noche ha aparecido ante mi puerta. Debe de llevar días espiándome y la verdad, no se como enfrentar esto. No quiero estar escapando cada dos meses pero creo que no me va a quedar otra forma de perderle de vista. -respiro un poco mas aliviada, sigo conduciendo hasta llegar a boxes y entro, aparco el coche y aun sin quitarme el casco veo como entra también el.- ¿que opinas de mi vida?
-Megan, solo te puedo decir que estoy aquí para todo. - dice mientras aparca el coche. Como veo que baja ya sin casco, me quito el mio y lo meto también en el coche. Le sonrió, me sonríe y le digo:
-¿Te ha gustado el coche?
-Me a encantado, aunque supongo que debe de valer un pastón.
-Pues si, lo vale, pero como ese dineral es de mi padre, a mi no me importa.
-¿Te apetece ir a tomar algo?
-Vale, te sigo.

-Bienvenida a mi piso.
-UAAAOOO, que moderno. ¡ME ENCANTA! - digo mientras entro por la puerta y aparece un precioso recibidor en tonos grises y azules.
-Mi madre es diseñadora profesional y para su hijo quiere lo mejor.
-¿Eres hijo único?
-No, tengo una hermana dos años mayor que yo, le gustarías.
-A mi hermano también le caerías bien.
-Bueno ¿que quieres tomar? -lo sigo a una pequeña pero estupenda cocina en tonos rojos y me siento en uno taburete de una pequeña isla.
-¿Que tienes?
-Tengo cerveza, whisky, vozca, ron, ginebra.
-¿Tienes algún refresco sin alcohol? Es que tengo que conducir -y estoy embarazada, pero eso solo lo digo para mi misma.
-¿Naranjada? -dice mientras me mira con cara de circunstancias.
-¡Perfecto! Jajaja.
Pasamos a un precioso salón que hace que tenga miedo hasta de tocar algo de lo limpio y ordenado que esta. Cuando al fin se sienta, me siento. Nos miramos a los ojos y sin decir nada nos vamos acercando poco a poco hasta que nuestros labios se juntan, me coge con una mano la nuca para hacer mas intenso el beso y con la otra me agarra la cintura, yo jugueteo con el pelo de su nuca. Cuando nos separamos, me siento extraña y exhausta, en ese beso e sentido mas cosas que en una declaración de amor. Pero de repente me acuerdo del mensaje de su amigo Carlos y colocando el baso en la pequeña mesilla, me levanto y le digo:
-Dylan, me ha encantado el beso y me encantas tu, pero lo mejor es que no nos veamos mas y que nos olvidemos de esto los dos.
Sin dejarle contestar salgo del salón y de la casa y con pasos destemplados bajo las escaleras hasta el coche y me subo. Estoy unos segundos hasta que me tranquilizo y se me pasa el sofoco de las escales. Al levantar la vista del volante veo un letrero luminoso justo en la otra acera, es una tienda de tatuajes, eso me recuerda mi lista de deseos y me juro dejarme de tonterías y empezar a cumplirlos.



Continuara...

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