Vale, sigo
flipando muchísimo, ¡GEMELOS! Pero estamos locos o ¿que?, como le
diga a mi padre que a sus sesenta años va a tener que cuidar de dos
nietos suyos le da un infarto, mis padres siempre han dicho que jamas
cuidarían de un nieto, que quien lo tiene lo cuida.
Estoy llegando a
mi piso cuando sale mi vecino de enfrente con su perro, un dalmata
precioso con muy malas pulgas para quien no lo conoce pero que en
cuanto se hace tu amigo es un amor.
-Hola preciosura
hermosa ¿como estas pequeñín? -digo agachándome para acariciarle
su preciosa cabeza, mientras no para de saltar y darme lame tones en
la cara- Oh si corazón mio yo también me alegro de verte.
-Buenas días
señorita Megan ¿como esta? - dice mi vecino mientras esboza una
sonrisa e intenta controlar a Doger.
-Pues muy bien
Ramón dando una vuelta que hace un día precioso ¿y usted?
-Pues muy bien
hermosa que vamos a dar un paseo que este revoltoso no dejaba de
dar vueltas.
-Hay que hermoso
que es, dale recuerdos a su mujer -digo mientras abro la puerta del
portero para subir cuanto antes a mi relajado piso situado casi en el
centro de Barcelona.
Justo cuando abro
me viene a saludar mi pequeño gato llamado Piraña, yo lo cojo y le
digo:
-Corazón vamos a
prepararnos un café que tengo que hablar con mi madre y va a ser
bastante largo y pesado.
Cuando cuelgo el
teléfono me siento muchísimo mas relajada, puesto que ya le e dicho
a mi madre que esta noche llame a mis tíos y mis primos junto con mi
hermano para que vengan a cenar a casa ya que les tengo que dar estas
dos noticias que no voy a poder esconder mucho mas, ademas, también
voy a invitar a mis dos mejores amigas María y Estrella que son las
que siempre me apoyan en todo desde que tenia doce años.
Después de haber
comido un poco de ensalada y setas revueltas decido ir a comprar de
todo un poco al mercado que hay enfrente puesto que no tengo nada
para hacer de cenar y ademas tengo que empezar a comprar carne y
pescado y no se cuanto voy a tardar.
Llego a casa justo
a las cinco y mientras dejo las bolsas de la comprar y acaricio a
Piraña me voy directa al baño a retocarme un poco el maquillaje
puesto que después de ordenar todo de la compra me iré a mi súper
cita con el doctor buenorro bañado en café.
Son las seis y
media empunto cuando lo veo doblar la esquina con la misma camisa
empapada en café y con su brillante sonrisa, es tan preciosa que
casi me caigo de la silla de la impresión.
-Bueno tardes
Megan -dice mientras se sienta en la silla que esta justo enfrente de
mi.- ¿como a ido esa interesante consulta?
-Pues bastante
bien solo con decirte que me a alegrado el día creo que digo todo,
¿y tu día de trabajo que tal? -digo sonrojando me a una velocidad
increíble ya que no pensaba que se acordaría de mis palabras
exactas.
-Lo de siempre, aunque hoy a sido un día diferente ya que cada vez que entraba
alguien al consultorio lo primero que hacia era mirar mi camisa.
-Lo siento, es que
llevaba tantas cosas encima y tanta prisa que no veía ni por donde
iba.
-Tranquila, ahora
ya se por que mis compañeros siempre tienen una de repuesto.
Llega el camarero
y el pide un cortado y nos enfrascamos en una conversación tan
interesante que cuando miro el reloj veo que ya son las ocho y media
y que mi familia viene dentro de una hora y aun tengo que hacer toda
la cena así que rápidamente nos despedimos, intercambiamos
teléfonos y le prometo que quedaremos otro día.
Cuando llego a
casa ya son las nueve así que enciendo la radio y mientras suena la
canción de all of me de John Legend me sumerjo entre macarrones,
salsas y carnes y se me pasa el tiempo volando y justo cuando termino
de hacer mis famosos macarrones a la parmesana llegan mis padre y
mientras mi madre me ayuda con la carne mi padre se sirve una copa de
vino tinto y se sienta con su tablet en el salón.
Antes de las diez
ya esta toda la comida y solo falta que llegue mi hermano con mi
cuñada que digamos la verdad, no la trago ni ella a mi pero nos
respetamos por mi hermano y mis padres.
-Bueno Megan ¿que
nos tienes que contar? -dice mi prima Estefania mientras levanta la
tapa de la sopera y huele los macarrones que tanto adora- enserio me
tienes que decir como los haces.
-Tiempo al tiempo
tata, anda déjalos y ayúdanos a poner la mesa. -digo agarrándola
del brazo por que se que si la dejo sola en la cocina los macarrones
no llegan a la mesa.
Estamos terminando
de colocar la mesa cuando llaman al timbre, voy a abrir y me
encuentro con un precioso ramo de rosas a la altura de la cara y
cuando lo cojo aparece mi hermano con una enorme sonrisa y yo me
lanzo a sus brazos pues es el único que sabe lo que esta ocurriendo y
la verdad es que me esta apoyando muchísimo. Cuando nos soltamos, entra y mientras saludo con la cabeza a mi cuñada, el grita para que
todos le oigan:
-¡Ya hemos
llegado!
Se forma un
alboroto de besos y abrazos mientras yo pongo el precioso ramo de
flores en un florero y lo coloco en la pequeña mesa del salón.
Cuando todos se han sentado en la mesa saco mi móvil y casi gritando
para que me escuchen digo:
-¡Familia, silencio! -cuando todos callan y me miran prosigo- se que es extraño
que estemos todos aquí pero es por algo muy importante pero antes de
contaros quiero que nos hagamos un selfi de todos unidos y que cuando
miréis a la cámara penséis que soy yo, si, parece ridículo pero
en cuanto os cuente las noticias cambiareis de forma de mirarme.
Cuando termino de
hacer la foto me giro y mirando a mi hermano que me esta sonriendo
para darme ánimos digo con los nervios a punta de flor:
-Tengo cáncer de
pulmón, me queda un año y medio de vida y no me voy a someter a
quimioterapia por que estoy embarazada y muy probablemente de
gemelos.
Continuara...
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