lunes, 25 de julio de 2016

Capitulo 3 de "el ultimo suspiro"

Vale, sigo flipando muchísimo, ¡GEMELOS! Pero estamos locos o ¿que?, como le diga a mi padre que a sus sesenta años va a tener que cuidar de dos nietos suyos le da un infarto, mis padres siempre han dicho que jamas cuidarían de un nieto, que quien lo tiene lo cuida.
Estoy llegando a mi piso cuando sale mi vecino de enfrente con su perro, un dalmata precioso con muy malas pulgas para quien no lo conoce pero que en cuanto se hace tu amigo es un amor.
-Hola preciosura hermosa ¿como estas pequeñín? -digo agachándome para acariciarle su preciosa cabeza, mientras no para de saltar y darme lame tones en la cara- Oh si corazón mio yo también me alegro de verte.
-Buenas días señorita Megan ¿como esta? - dice mi vecino mientras esboza una sonrisa e intenta controlar a Doger.
-Pues muy bien Ramón dando una vuelta que hace un día precioso ¿y usted?
-Pues muy bien hermosa que vamos a dar un paseo que este revoltoso no dejaba de dar vueltas.
-Hay que hermoso que es, dale recuerdos a su mujer -digo mientras abro la puerta del portero para subir cuanto antes a mi relajado piso situado casi en el centro de Barcelona.
Justo cuando abro me viene a saludar mi pequeño gato llamado Piraña, yo lo cojo y le digo:
-Corazón vamos a prepararnos un café que tengo que hablar con mi madre y va a ser bastante largo y pesado.


Cuando cuelgo el teléfono me siento muchísimo mas relajada, puesto que ya le e dicho a mi madre que esta noche llame a mis tíos y mis primos junto con mi hermano para que vengan a cenar a casa ya que les tengo que dar estas dos noticias que no voy a poder esconder mucho mas, ademas, también voy a invitar a mis dos mejores amigas María y Estrella que son las que siempre me apoyan en todo desde que tenia doce años.

Después de haber comido un poco de ensalada y setas revueltas decido ir a comprar de todo un poco al mercado que hay enfrente puesto que no tengo nada para hacer de cenar y ademas tengo que empezar a comprar carne y pescado y no se cuanto voy a tardar.
Llego a casa justo a las cinco y mientras dejo las bolsas de la comprar y acaricio a Piraña me voy directa al baño a retocarme un poco el maquillaje puesto que después de ordenar todo de la compra me iré a mi súper cita con el doctor buenorro bañado en café.

Son las seis y media empunto cuando lo veo doblar la esquina con la misma camisa empapada en café y con su brillante sonrisa, es tan preciosa que casi me caigo de la silla de la impresión.
-Bueno tardes Megan -dice mientras se sienta en la silla que esta justo enfrente de mi.- ¿como a ido esa interesante consulta?
-Pues bastante bien solo con decirte que me a alegrado el día creo que digo todo, ¿y tu día de trabajo que tal? -digo sonrojando me a una velocidad increíble ya que no pensaba que se acordaría de mis palabras exactas.
-Lo de siempre, aunque hoy a sido un día diferente ya que cada vez que entraba alguien al consultorio lo primero que hacia era mirar mi camisa.
-Lo siento, es que llevaba tantas cosas encima y tanta prisa que no veía ni por donde iba.
-Tranquila, ahora ya se por que mis compañeros siempre tienen una de repuesto.
Llega el camarero y el pide un cortado y nos enfrascamos en una conversación tan interesante que cuando miro el reloj veo que ya son las ocho y media y que mi familia viene dentro de una hora y aun tengo que hacer toda la cena así que rápidamente nos despedimos, intercambiamos teléfonos y le prometo que quedaremos otro día.

Cuando llego a casa ya son las nueve así que enciendo la radio y mientras suena la canción de all of me de John Legend me sumerjo entre macarrones, salsas y carnes y se me pasa el tiempo volando y justo cuando termino de hacer mis famosos macarrones a la parmesana llegan mis padre y mientras mi madre me ayuda con la carne mi padre se sirve una copa de vino tinto y se sienta con su tablet en el salón.

Antes de las diez ya esta toda la comida y solo falta que llegue mi hermano con mi cuñada que digamos la verdad, no la trago ni ella a mi pero nos respetamos por mi hermano y mis padres.
-Bueno Megan ¿que nos tienes que contar? -dice mi prima Estefania mientras levanta la tapa de la sopera y huele los macarrones que tanto adora- enserio me tienes que decir como los haces.
-Tiempo al tiempo tata, anda déjalos y ayúdanos a poner la mesa. -digo agarrándola del brazo por que se que si la dejo sola en la cocina los macarrones no llegan a la mesa.
Estamos terminando de colocar la mesa cuando llaman al timbre, voy a abrir y me encuentro con un precioso ramo de rosas a la altura de la cara y cuando lo cojo aparece mi hermano con una enorme sonrisa y yo me lanzo a sus brazos pues es el único que sabe lo que esta ocurriendo y la verdad es que me esta apoyando muchísimo. Cuando nos soltamos, entra y mientras saludo con la cabeza a mi cuñada, el grita para que todos le oigan:
-¡Ya hemos llegado!
Se forma un alboroto de besos y abrazos mientras yo pongo el precioso ramo de flores en un florero y lo coloco en la pequeña mesa del salón. Cuando todos se han sentado en la mesa saco mi móvil y casi gritando para que me escuchen digo:
-¡Familia, silencio! -cuando todos callan y me miran prosigo- se que es extraño que estemos todos aquí pero es por algo muy importante pero antes de contaros quiero que nos hagamos un selfi de todos unidos y que cuando miréis a la cámara penséis que soy yo, si, parece ridículo pero en cuanto os cuente las noticias cambiareis de forma de mirarme.
Cuando termino de hacer la foto me giro y mirando a mi hermano que me esta sonriendo para darme ánimos digo con los nervios a punta de flor:
-Tengo cáncer de pulmón, me queda un año y medio de vida y no me voy a someter a quimioterapia por que estoy embarazada y muy probablemente de gemelos.

Continuara...



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