Al despertar tengo
esa sensación en el cuerpo, esa sensación de que mis renacuajos le
han hecho algo a mi estomago. Miro a mi alrededor pero mis amigas han
desaparecido. Intento hacer las aspiraciones que me indico la
doctora pero no solucionan nada.
Vuelvo a mirar a
mi alrededor y veo a una azafata, levantándome de mi asiento me
dirijo donde esta ella.
-Perdone señorita
vamos a aterrizar pronto, lo mejor seria que se dirigiese a su
asiento. - dice con una sonrisa en la boca.
-Perdone pero es
que necesito ir urgentemente al baño, necesito vomitar.
Me mira con cara
de preocupación y me indica donde esta el baño y dice:
-Le acompaño
señorita, sígame.
Al sentir otra
arcada acelero el paso y de reojo veo a mis amigas hablando con los
chicos, los chicos que han traído a traición.
El baño esta
ocupado así que sin poder esperar mas le echo una mirada de
desesperación a la azafata y creo que ve mi desesperación en los
ojos por que abre directamente el servicio de empleados. Sin esperar
ni un segundo mas levanto la tapa mientras me arrodillo.
Cuando vuelvo a mi
asiento mis amigas ya están hay, le doy las gracias a la azafata y
me siento en mi lugar.
-Dios Megan,
¿donde estabas? -pregunta María.
-Estas blanca,
¿que a pasado?
-Me he despertado
y e tenido que ir al lavabo pero ya esta. ¿cuanto queda para que
pise mi maravillosa Escocia?
-Por los altavoces
han dicho que ya vamos a aterrizar.
Mientras recojo mi
maleta pienso en como las petardas que tengo al lado van a hacer para
que piense que a sido una coincidencia lo de los chicos. En realidad
si me quitase todos mis secretos de encima me encantaría estar con
Dylan todo este mes, en mi Escocia, en la tierra que considero mía.
- Si que tardan en
llegar las maletas ¿no?
-La mía viene ya,
menos mal -dice Estrella.
-La mía también,
al fin.
-Mira la tulla
viene por ahí Megan. -dice Estrella.
Recojo la maleta
y miro a mis amigas. Nos dirigimos a la puerta 13 donde un chófer
nos espera para llevarnos al hotel.
Cuando salimos veo
a un hombre de unos 45 años con un cartel que pone:
L@S
PETARDOS
Mis amigas le
señalan y yo ya tengo el presentimiento de que han hecho algo malo.
Estrella se acerca
a él y en un perfecto ingles le pregunta al caballero:
-¿Perdone
pero usted es el que recoge a las españolas
para el Cairn
Hotel ?
-Si
señorita ¿son ustedes?
-Si,
yo soy Estrella, ella es María y ella Megan.
-Encantada
de conocerlas señoritas, en cuanto vengan sus acompañantes podremos
irnos si lo desean.
-¿Que
acompañantes? -pregunto yo haciéndome la inocente.
-Nosotros.
Me
giro
rápidamente
y me encuentro a unos centímetros
de un esplendido
Dylan, tan alto como siempre y vistiendo unos vaqueros
negros y una camiseta azul con un león
con gafas. Antes de poder ni protestar veo por el rabillo
del ojo como Estrella y María
se lanzan a los labios de sus respectivos acompañantes.
-¿Que
haces aquí Dylan? Bueno ¿que hacéis aquí?
-Antes
de que empieces a sacar lava por esa boca quiero que sepas que
venimos en son de paz y que solo quiero pasar unas vacaciones
preciosas en este maravilloso lugar junto a la persona que me vuelve
loco. Si cuando estemos en Barcelona quieres olvidarte de mi,
adelante, pero yo voy a seguir insistiendo y quiero estar todos estos
días aquí y como siempre se dice, Escocia es un lugar de leyendas,
misterios, magia y oportunidades así que olvidemos todo lo que
llevamos acuestas en nuestras espaldas y disfrutemos juntos este
viaje.
Sin
poder resistirme
por esas preciosas palabras me pongo a llorar, pero lo que realmente
me hace darme cuenta que estoy perdiendo el tiempo y que no estoy
disfrutando de la vida,
es
ver como mis amigas retienen el aire esperando una respuesta mía.
-¿Estas
seguro de que no te arrepentirás?
-Jamas
me arrepentiría de algo así Megan. Me encantas y quiero cono…
No
le dejo terminar la frase, simplemente me tiro a sus brazos y le doy
un enorme besos en los labios. De fondo escucho como mis amigas y mas
gente aplauden a nuestro alrededor.
Continuara...
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